La delicada situacin financiera por la que atraviesan los municipios espaoles se agrava, si cabe an ms, en los municipios pequeos. La discrecionalidad impositiva que se ha venido desarrollando en la Ley Reguladora de las Haciendas Locales se puede convertir en una herramienta eficaz para responsabilizar en parte, a los Ayuntamientos de las decisiones de gastos e ingresos que afectan a su jurisdiccin. En este sentido, la autonoma que ejerzan estas entidades locales sobre la materia imponible gravable de su territorio puede aportar una fuente de ingresos adicionales nada despreciable. No obstante, es un hecho que en la mayora de los municipios de menos de 5.000 habitantes, sus respectivas corporaciones no han agotado toda la discrecionalidad que el actual sistema financiero les concede. En esta lnea, se puede citar el caso del Ayuntamiento de Covaleda (Soria) que en la actualidad, no ha implantado en su estructura impositiva el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana. Como se deriva del presente estudio, el poder recaudatorio del tributo se configurara como la segunda figura impositiva que ms recursos generara al Consistorio de Covaleda.