El asunto de las migraciones, generalmente tratado en clave sociológica, se va transformando en un paradigma de productividad cultural. Eso nos demuestra la necesidad de repensar la cultura desde el movimiento, pues el movimiento produce innovaciones y transformaciones. Además, los contactos entre culturas y lenguas favorecen las interrelaciones y dan lugar a otras percepciones espaciotemporales. En el estadio actual de la globalización, las migraciones de idiomas, textos e imágenes que menudean en las redes tecnológicas son tan transcendentes como el tránsito de migrantes de carne y hueso. Las migraciones conllevan, por tanto, el abandono de concepciones dualistas vinculadas al territorio nacional o al origen y ponen en escena las relaciones del cuerpo con el espacio. La escritura proporciona no solamente el testimonio de las experiencias de migración, sino que resiste también al poder hegemónico de la ''identidad nacional''; el espacio de la escritura pone en juego los tránsitos, las traducciones y las transcripciones entre lenguas, literaturas y medios, encontrando en las migraciones del imaginario la fuente de su propia creatividad. El presente tomo aborda el potencial de las migraciones culturales en el área transatlántica que relaciona a México con Europa para contribuir, con visiones polimorfas, al análisis histórico y sistemático del potencial de las culturas vistas desde el punto de vista del movimiento.