Como explicar la fragancia de un perfume? O un color exacto, o un sabor... Un esquimal de Alaska, con quien me escribo, me pide que le explique el sabor del dulce de leche del que le hablo y el sabor de la miel, asi podria decidirse por uno de ellos, pues no puede costear el envio de ambos a la vez. Quede en silencio. Si no puedo compartir con palabras un sabor, un perfume, un color, que me espera cuando intente explicar mis vivencias superlativas? Aquellas que endulzan mi alma y mi ser todo. La solucion a este inconveniente la encuentro en el viejo metodo de Jesus de Nazaret: el ejemplo. Una metafora a traves de la cual podamos saborear la experiencia misma. Imagino a este libro como un globo rojo que escapa de la mano de una nina y asciende velozmente, aceleradamente, hacia el cielo azul. O una sutil, eterea escalera que busca la superlativa realizacion humana. Escalon tras escalon, ejemplo tras ejemplo. Setenta "por ejemplos" de vida, que nos pueden dejar el sabor interior de nuestra gloriosa realidad.